Municipio ubicado al norte de la provincia de Cáceres, en pleno Valle del Ambroz y arropado por la Sierra de Béjar. Se encuentra a una distancia de 123 km de Cáceres capital y a 90 km de Salamanca.
Clima
Debido a la influencia de la sierra y su cercanía con la meseta central, Hervás disfruta de un clima continantal suave, con veranos cálidos e inviernos fríos.
Entorno
Hervás se sitúa sobre tierras graníticas y de sedimento, en las últimas estribaciones del macizo de Gredos y la sierra de Béjar. Geográficamente es el punto de encuentro entre la alta llanura de la submeseta norte y las bajas y onduladas tierras de Extremadura.
Su término municipal esta surcado por tres ríos: Ambroz, Balozano y Santihervás. De gran belleza y variedad vegetal y paisajística cuenta con extensiones de brezos, escobas, robles melojos, castaños sativa, pinos y eucaliptos de repoblación, frutales, vegas praderas y aliso o fresnos en las gargantas y orillas del Ambroz.
Transporte público
Las empresas de autobuses que pasan por Hervás son:
- ALSA: 902 42 22 42
- CEVESA: 902 39 31 32
Estación de Autobuses de Hervás. C/ Avenida de España.
Tfno. 927 481 306
Más información
El hallazgo de restos de las culturas celtas y romana certifica que hubo asentamientos de estos pueblos.
Se atribuye el origen de este núcleo al establecimiento de unas tribus en torno a tres ríos: Ambroz, Santihervás y Gallego, fundándose con el patronazgo de San Gervasio y San Protasio, que darían nombre al pueblo. Si bien, hay quien atribuye este a la raíz latina de «hierba».
Pero es en el siglo XII cuando arranca la historia de Hervás. En 1186 el rey de Castilla comienza la reconquista cristiana de los territorios cercanos a la calzada romana ocupado por almohades.
Existe la creencia de que la población había pertenecido a la Orden del Temple en tiempos de la Reconquista y era una aldea de Béjar.
Hervás pasó a depender del Señorío de Los Zúñiga, Duques de Béjar, hasta que en 1816, por concesión del rey Fernando VII, obtuvo el privilegio de villazgo cuyo símbolo es el rollo y fue cabeza de una jurisdicción que antes estuvo sujeta a Granadilla, «por tener todas las proporciones para ser uno de los pueblos más felices del reino», según consta en el Real Privilegio de Exención y Villazgo.
Hervás es privilegiado y el atractivo del conjunto urbano es muy notable, tanto por sus edificios histórico-artísticos, como por textura y trazado urbano popular y tradicional.
De gran calidad son los jamones y embutidos: chorizo rojo, salchichón, morcilla de calabaza y patatera. Justo reconocimiento tienen las carnes asadas en sus populares mesones.
De sus platos típicos destacamos la consagrada cazuela, las patatas escabechadas, el saboso zorongollo, el cochinillo cuchifrito y la caldereta de cordero.
Típicos son también sus dulces: coquillos, roscas bañadas, mantecados, mantecadas y perrunillas. Tradicionales son los hornazos de Pascua y el bollo de San Antón.
Mención especial, dentro de la gastronomía local, merece la sopa dulce y los nuégados, de tradición hebraica.
Desde el siglo XVIII hasta comienzos del siglo XX,Hervás fue un gran centro industrial con fábricas de mantas y tejidos hoy totalmente desaparecidas.
Hasta hace pocos años, basaba su economía en la madera, más concretamente en la de castaño, conviviendo el pequeño taller artesanal con la industria del mueble, que obtiene su materia prima del denominado Monte Castañar Gallego.
En la actualidad, la artesanía ha sido desplazada por el turismo, como motor económico, pero siguen presentes la cestería de castaño, trabajos realizados en piel, cuero, forja, vidrio, corcho y lana (mediante la iniciativa de Laneras).