Barrio Judío de Hervás
El origen de la comunidad hebrea en Hervás data del s. XIII. Declarado Conjunto de interés Histórico en 1969, está constituido por callejuelas estrechas y casas con grandes voladizos, balconadas perfectamente cuidadas y abundancia de materiales autóctonos como la madera de castaño, adobe y granito.
Pasear por sus calles es sumergirse en una época pasada, aunque viva y real. Se extiende desde la Plaza, lugar de encuentro entre cristianos y judíos, hasta el río Ambroz y el Puente de la Fuente Chiquita, que tiene en su pretil la lápida con la imagen yacente de D. Alonso Sánchez, hidalgo de Plasencia.
Se conservan aún los nombres de las calles Sinagoga, Rabilero, Cofradía… Aunque no se mantiene la sinagoga, la tradición oral la sitúa en el nº 19 de la calle Rabilero.
Con la promulgación del Edicto de Expulsión por los Reyes Católicos en 1492, muchas familias judías fueron hacia tierras portuguesas y otras se convirtieron al cristianismo, formando la Cofradía conversa.
Los judíos se dedicaron principalmente a oficios como el de zapatero, curtidor de piel, sastre, lencero, escribano y prestamista con intereses. Aún perduran actividades artesanales, fundamentalmente relacionadas con la madera, y algunos ejemplos de cuero, forja, vidrio…
El mérito de que el conjunto haya llegado hasta nuestros días hay que atribuirlo a sus propios moradores, que han sabido mantener y conservar sus raíces.
Estamos ante una de las juderías mejor conservadas de España, incluida en la red de ‘Juderías de España’.