Villamanín - Puente de los Fierros (Lena)
La ruta de BTT entre Villamanín y Puente de Fierros es un recorrido exigente y espectacular, con una distancia aproximada de 32,5 kilómetros y un desnivel acumulado de 677 metros, lo que la sitúa en una etapa de dificultad alta. El trazado combina pistas de tierra y carreteras secundarias, con tramos de una vía romana (La Vía de la Carisa) que se adentra en Asturias desde la meseta castellana atravesando la Cordillera Cantábrica. , ofreciendo una experiencia variada con tramos de ascensos constantes y descensos rápidos que atraviesan paisajes de montaña.
Desde la salida en Villamanín, la ruta comienza con un tramo rodador por carretera secundaria antes de adentrarse en pistas de tierra que serpentean entre praderas y bosques. A medida que el recorrido avanza, se presentan subidas sostenidas que, aunque no extremadamente técnicas, requieren un buen ritmo y resistencia.
La segunda mitad de la etapa ofrece un descenso progresivo y entretenido, desde el Tunelón hasta Puente de los Fierros, por el GR-100.1 con senderos y pistas que permiten disfrutar de la velocidad sin excesivas complicaciones técnicas. Finalmente, la llegada a Puente de Fierros marca el final de una jornada exigente pero gratificante, ideal para los amantes del BTT que buscan un recorrido desafiante en un entorno natural impresionante.
Puente de los Fierros (Lena) - Villamanín
La ruta de BTT entre Puente de Fierros y Villamanín es un recorrido exigente y de gran belleza, con una distancia aproximada de 32,5 kilómetros y un desnivel acumulado de 1.355 metros, lo que la sitúa en una etapa de dificultad alta. El trazado combina pistas de tierra, carreteras secundarias y un tramos de la Vía Romana de La Carisa, presentando largos ascensos que pondrán a prueba la resistencia de los ciclistas, así como tramos más rodadores donde disfrutar del entorno de montaña.
Desde la salida en Puente de Fierros, la ruta inicia con un ascenso progresivo que se va endureciendo a medida que avanza el recorrido. A lo largo del trazado, predominan las pistas de tierra con buen firme, intercaladas con algunos tramos de carretera secundaria que facilitan la progresión. El desnivel acumulado hace que sea una jornada físicamente exigente, aunque las vistas panorámicas y el entorno natural compensan el esfuerzo. Es importante recalcar algunas de las pendientes negativas que pueden suponer un punto de especial atención como la situada en el kilómetro 13 de la etapa.
En la parte final, la ruta se suaviza ligeramente, permitiendo un pedaleo más fluido antes de alcanzar Villamanín, donde concluye la etapa. Se trata de un recorrido ideal para ciclistas experimentados que buscan una jornada intensa en la montaña, combinando ascensos prolongados con paisajes espectaculares y la esencia del BTT en estado puro.
