Situada al oeste de la Península Ibérica, haciendo frontera con Portugal, la provincia extremeña de Cáceres es la segunda mayor de España en extensión, con 19.868 kilómetros cuadrados, lo que supone el 3,94% del territorio nacional.
Posee un clima mediterráneo con temperaturas medias que oscilan entre los 16ºC y 17ºC, con precipitaciones principalmente en primavera y otoño, cayendo en ocasiones en forma de nieve en la zona norte.
Admirables sierras coronan el norte cacereño y espacios protegidos salpican toda su geografía. Conjuntos históricos inigualables y pueblos de arquitectura tradicional conforman imágenes de su cultura y valores. Y además, su gran extensión y explosión de diversidad sorprende al visitante cuando pasa de la montaña al llano, del robledal al encinar, de los cerezos a la dehesa…
La provincia de Cáceres presenta un fascinante paraíso natural de agua dulce, con decenas de gargantas, pozas, cascadas, arroyos y piscinas naturales que inundan la zona norte, donde se suceden
diferentes espacios aptos para el baño y para el turismo acuático en el Valle del Jerte, La Vera, el Valle del Ambroz, Trasierra Tierras de Granadilla, Valle del Alagón, Sierra de Gata, Las Hurdes y Plasencia.
El río Tajo a su paso por la provincia conforma paisajes de una belleza inigualable, vertebrando tres espacios únicos: el Geoparque Mundial de la UNESCO Villuercas – Ibores – Jara, la Reserva de la Biosfera de Monfragüe y la Reserva de la Biosfera transfronteriza Tajo Internacional, lugares propicios para el disfrute de la naturaleza y la observación de estrellas. Un paraíso de agua dulce que ha convertido embalses en zonas de baño acondicionadas para el disfrute y para la práctica de turismo fluvial y deportes de aventura.
Además, el agua en la provincia de Cáceres ha sido apreciada desde los tiempos del Imperio Romano por sus cualidades mineromedicinales estableciéndose así cuatro balnearios, algunos de ellos con vestigios romanos, como el de Baños de Montemayor.
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Un extenso recorrido por la historia, con el paso de diferentes culturas, muestra el legado patrimonial que acoge la provincia de Cáceres, con hallazgos arqueológicos desde la Prehistoria hasta la Edad Antigua, tan importantes y relevantes como los abrigos rupestres del Parque Nacional de Monfragüe, los abrigos del Geoparque Mundial de la UNESCO Villuercas-Ibores-Jara, el abrigo de Puerto Roque en Valencia de Alcántara, la Ruta del Arte Rupestre de Las Hurdes, la Cueva de Maltravieso de Cáceres, la cual podría tener una antigüedad de unos 66.700 años, lo que supondría que estamos ante una de las manifestaciones de arte rupestre más antiguas del mundo, el conjunto de dólmenes de Valencia de Alcántara, uno de los conjuntos megalíticos más importantes de Europa y la Basílica visigoda Santa Lucía del Trampal en Alcuéscar.
Hitos del pasado romano en monumentos como la ciudad romana de Cáparra en el término municipal de Oliva de Plasencia, con su majestuoso arco tetrápilo único en la península; el campamento romano de Cáceres El Viejo, en la ciudad de Cáceres; el colosal puente romano de Alcántara; el pórtico romano de la antigua Augustobriga o las Murallas de Coria, sin olvidar el paso de la Vía de la Plata.
Manifestaciones del pasado judío en las ciudades de Plasencia, Cáceres, Hervás, Valencia de Alcántara… y otros movimientos históricos, artísticos y culturales como la Edad Media, el Renacimiento, el Gótico, el Barroco o incluso el arte más contemporáneo aparecen reflejados en grandes joyas como el poblado de Granadilla, Museo Vostell-Malpartida en Malpartida de Cáceres o el Museo de arte contemporáneo Helga de Alvear en Cáceres, entre otros.
Localidades convertidas en conjuntos histórico artísticos, pueblos con sabor a rural que muestran su arquitectura más popular, puentes y castillos que albergan valiosas leyendas, batallas y órdenes de caballería que recorrieron las tierras cacereñas, declaraciones mundiales Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO como la Ciudad Monumental de Cáceres, el Real Monasterio de Guadalupe o el Geoparque Mundial de la UNESCO Villuercas-Ibores-Jara forman parte de los innumerables atractivos que inundan la provincia de Cáceres.
Sin olvidar las fiestas con el distintivo de interés turístico junto a otras citas culturales como el Festival de Teatro Clásico de Alcántara, Womad de Cáceres, el Festivalino de Pescueza o El Magusto de Carbajo, a las que acompaña una lista infinita de celebraciones que acercan al lugareño y a sus visitantes a una cultura de antaño, conservada y respetada a través de los años, que se ha sabido conjugar con gustos y celebraciones más actuales y modernas donde tiene gran presencia la gastronomía y la artesanía del barro, del mimbre, la orfebrería y los bordados.
Cuna de descubridores, del Viejo al Nuevo Mundo viajaron la gramática española de Antonio de Nebrija gracias a un noble oriundo de Plasencia, Juan de Zúñiga de Pimentel. Ciudad que vio nacer también a Inés de Suárez, y la próxima ciudad de Trujillo, a Francisco Pizarro, fundador de Lima, tras derrocar al Imperio Inca; y Francisco de Orellana, fundador de Guayaquil y quien navegó el río Amazonas.
Sí, la provincia cacereña, tierra fronteriza con Portugal, presume de tener un sinfín de paisajes naturales tan impresionantes como la Reserva de la Biosfera de Monfragüe, donde disfrutar de la observación de especies de avifauna muy destacadas (cigüeña negra, buitre leonado, buitre negro, águila real, entre otras). Otras aves singulares: la cigüeña blanca en torno al Monumento Natural de los Barruecos; las grullas, descansando sobre el agua, convirtiéndose en un auténtico espectáculo; o el cernícalo primilla sobrevolando ciudades, son otro de los atractivos naturales del territorio, junto con caminos y veredas para la práctica del senderismo y cicloturismo, árboles singulares y especies autóctonas a su paso, el espectáculo de la “berrea” del ciervo, la floración del cerezo dando entrada a la primavera o el Otoño Mágico…
La provincia de Cáceres es también tierra de una rica gastronomía que ha sabido hacerse hueco en la mesa de los paladares más exquisitos por la calidad de sus productos. Es un referente gracias a sus denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas, las cuales aportan y exportan exclusividad. Una cocina que mira al futuro desde la tradición y los productos naturales, donde se conjugan perfectamente paisaje y gastronomía, donde cada producto almacena el olor y sabor de la propia raíz.