La etapa conecta San Pedro de Rozados con la localidad de Aldeatejada, a lo largo de aproximadamente 23 km y un desnivel positivo de 185 metros. Su dificultad es moderada, adecuada para ciclistas con algo de experiencia en rutas de media distancia y desnivel contenido. Es una jornada cómoda dentro del conjunto de la ruta, ideal para disfrutar del paisaje sin grandes exigencias físicas.

El recorrido discurre principalmente por caminos rurales y pistas en buen estado, típicas de las zonas cerealistas del sur de Salamanca. A lo largo del trayecto se cruzan suaves colinas y zonas de dehesa, ofreciendo un entorno natural muy agradable para el pedaleo. En días despejados, se pueden disfrutar amplias vistas del entorno.

La ruta es poco técnica, aunque puede haber zonas algo pedregosas o con barro si ha llovido recientemente.

Aunque no se presentan pasos peligrosos, conviene estar atento a cruces de caminos y pequeños tramos de carretera con visibilidad reducida.

Esta etapa parte desde Aldeatejada, y se dirige hacia San Pedro de Rozados a lo largo de 23 km con un desnivel positivo de 323 metros. Es una jornada de dificultad moderada, indicada para bicicletas de gravel, que combina tramos cómodos con una subida progresiva a medida que se avanza hacia el sur.

El recorrido se desarrolla mayoritariamente por pistas rurales y caminos de tierra en buen estado, característicos del paisaje de la región. A medida que se gana altitud, el terreno se vuelve ligeramente más exigente, aunque sin grandes dificultades técnicas. Las vistas se abren sobre las extensas llanuras salmantinas, atravesando zonas de dehesa, suaves colinas y campos agrícolas.

El trazado es tranquilo y con poco tráfico, ideal para disfrutar de la naturaleza. Es importante, sin embargo, prestar atención a algunos cruces de caminos y tramos de carretera secundaria con visibilidad limitada.

La llegada a San Pedro de Rozados supone el final de una etapa que, sin ser excesivamente dura, ofrece un pedaleo constante con cierta exigencia física.