Esta exigente etapa de 33,5 kilómetros une Aljucén con Aldea del Cano atravesando paisajes de dehesa y monte bajo típicos de la Ruta Vía de la Plata en Extremadura. El recorrido se caracteriza por un desnivel acumulado de 259 metros, distribuido en varios repechos prolongados y zonas de ascenso que requieren buena forma física y una bicicleta de gravel bien preparada.

El trazado discurre mayoritariamente por pistas de tierra en buen estado, aunque en algunos tramos puede haber firme suelto o zonas con piedras, lo que aumenta el nivel de dificultad técnica. El entorno natural es muy atractivo, con vistas abiertas y escasa presencia de tráfico o construcciones, lo que permite disfrutar de una experiencia ciclista inmersiva en plena naturaleza.

A lo largo del recorrido no hay muchas poblaciones intermedias, por lo que se recomienda llevar agua suficiente y repuestos básicos. Al aproximarse a Aldea del Cano, el perfil se suaviza ligeramente, permitiendo una llegada más llevadera tras una etapa físicamente exigente, pero muy gratificante para quienes buscan rutas de gravel completas y con cierto reto.

Esta etapa recorre los 33,5 kilómetros que separan Aldea del Cano de Aljucén, siguiendo el trazado de la Ruta Vía de la Plata por pistas rurales y caminos de tierra bien conservados. El recorrido presenta un desnivel acumulado moderado de 177 metros, lo que la convierte en una etapa asequible para ciclistas con algo de experiencia en rutas de gravel, aunque sin grandes exigencias técnicas.

El trayecto discurre entre dehesas y paisajes abiertos característicos de esta zona de Extremadura. La ausencia de tráfico rodado y el entorno natural hacen que la etapa sea especialmente agradable, con la posibilidad de observar fauna local y disfrutar de la tranquilidad del campo. No obstante, hay tramos expuestos al sol, por lo que es recomendable salir temprano en días calurosos y llevar suficiente agua.

A medida que se desciende hacia Aljucén, el terreno se hace más favorable, permitiendo mantener un ritmo constante. Esta etapa puede servir tanto como enlace entre jornadas más exigentes como para disfrutar de una travesía tranquila por el corazón de la Ruta Vía de la Plata.