Esta etapa une Alcalá de Guadaíra con Sevilla, a lo largo de 18,5 kilómetros y un desnivel positivo de 45 metros, lo que hace que sea fácil para todo tipo de ciclistas.

El recorrido se desarrolla en su mayor parte por pistas de tierra en buen estado, lo que permite rodar con comodidad mientras se disfruta del entorno natural del área metropolitana de Sevilla. No presenta grandes dificultades técnicas, lo que la hace adecuada incluso para ciclistas con menos experiencia.

La entrada a Sevilla se realiza por el carril bici, que facilita la llegada al centro urbano. No obstante, durante el trayecto por la ciudad es necesario estar atentos, ya que hay numerosos cruces de carretera con pasos habilitados para ciclistas, donde es recomendable extremar la precaución por la densidad del tráfico.

Ya en Sevilla, el ciclista podrá disfrutar de todos los servicios necesarios y de una ciudad única en el mundo por su belleza, su historia y sus muchos atractivos turísticos.

Esta etapa conecta Sevilla con Alcalá de Guadaíra a lo largo de aproximadamente 18,5 kilómetros, con un desnivel positivo de 81 metros y una dificultad fácil, dentro del recorrido de la Ruta Vía de la Plata.

La salida desde Sevilla se realiza cómodamente por el carril bici, lo que facilita el inicio del trayecto a través de la ciudad. Sin embargo, conviene estar atentos, ya que hay numerosos cruces de carretera urbanos habilitados para ciclistas que pueden suponer cierto riesgo, especialmente en horas de tráfico denso.

Gran parte del resto de la etapa discurre por pistas de tierra en buen estado, sin grandes dificultades técnicas, hasta llegar a las inmediaciones de Alcalá de Guadaíra. Este trazado permite disfrutar de un entorno tranquilo y natural a poca distancia del entorno urbano.