Uno de los mayores atractivos de la ruta es la unión perfecta entre naturaleza, literatura y escultura.

Se inicia en las cercanías de la ermita del Cristo de Geras, y a lo largo del recorrido, nos encontramos con ocho paneles que narran el cuento «Celorio el de Geras. Tú sabes», basado en un relato de José María Menéndez López. Estos paneles transmiten valores fundamentales como la amistad, tolerancia y respeto.

Nada más empezar se toma un desvío a la derecha, donde comienza un pequeño ascenso al lado del arroyo de Valdegrillo.

Después de recorrer aproximadamente 1,5 kilómetros, llegamos a una pradera donde nos sorprende una escultura de una mano emergiendo de la tierra, tratando de alcanzar las estrellas en el cielo de Paradilla de Gordón. Esta obra, realizada en mármol negro y con un peso de una tonelada y media, es obra del escultor Amancio González.

Siguiendo la señalización y antes de llegar a Paradilla, nos encontramos con más paneles que ya casi apuntan el final del relato. En Paradilla, al lado de su iglesia románica, observamos el último panel y una pequeña área de descanso con vistas panorámicas.

Se ha instalado un columpio gigante para permitir a los visitantes disfrutar de estas impresionantes vistas ofreciendo así una experiencia única y emocionante, y proporcionando una perspectiva diferente del hermoso paisaje que rodea la zona.

El descenso sigue más o menos paralelo a la carretera, completando una experiencia en la que la naturaleza, la narrativa y la escultura se entrelazan de manera armoniosa.