Declarado Monumento Natural en 1995, este tejo se localiza en Santibáñez de la Fuente, como es habitual al lado de una iglesia, en este caso de la románica de San Juan de Riomiera.

Se trata de un robusto ejemplar de edad desconocida, pero que por sus dimensiones podría superar los cinco siglos de antigüedad. Sus dimensiones son de casi 12 metros de altura, 3,5 metros de perímetro de tronco y más de 15 metros de diámetro de copa.

El tejo (Taxus baccata) es una especie considerada de interés especial en el Catálogo de Flora Amenazada del Principado de Asturias. Este árbol ha tenido desde siempre un carácter mágico para los asturianos, al igual que lo tenía para los antiguos celtas. Los cristianos aprovecharon esto último para emplazar ermitas y capillas en los lugares sagrados de los paganos. Por ello, no hay apenas construcción de este tipo en Asturias que no tenga o haya tenido en su proximidad un gran tejo.

Todas las partes del árbol, a excepción del arilo de las bayas, contienen un veneno llamado taxina. La presencia de esta característica en el árbol ha dado lugar a diferentes leyendas y crónicas que mencionan el papel de la taxina en primitivos aquelarres, y el envenenamiento de las puntas de las flechas que lanzaban los astures contra tropas enemigas.