Riosa

Minas del Aramo

Arqueología

De la época prehistórica son las llamadas minas del Aramo, situadas en la ladera oriental de este monte, próximas al lugar de Llamo, y que constituyen el más remoto testimonio de actividad minera en Asturias.

Fueron descubiertas y dadas a conocer a fines del siglo pasado, al explorar la zona para volver a beneficiar los filones de cobre y cobalto. Aparecieron entonces numerosos esqueletos y diversos objetos.

Los restos humanos correspondían a varones de edades comprendidas entre los veinte y cuarenta años, y estaturas entre 1,61 m. y 1,76 m. El instrumental estaba compuesto de martillos de piedra, picos y martillos de asta, cuñas, teas de madera, bateas, crisoles de arcilla, etc.

Los procedimientos de extracción eran variados, empleándose abundantemente el fuego para cuartear la roca y hacerla más quebradiza. El mineral obtenido era fundido en las proximidades del yacimiento para obtener un primer lingote de cobre.

Recientemente, se han practicado excavaciones, recuperándose nuevos instrumentos tanto óseos como líticos, y se hicieron mediciones que arrojaron una antigüedad de 2.000 años a. de C. Lo que sitúa a las explotaciones en un periodo de transición entre el Calcolítico tardío y el comienzo de la Edad del Bronce.

Los esqueletos hallados parece fueron enterrados en viejas galerías explotadas y no sorprendidos en un derrumbe u otro accidente.

Los primeros extractores debieron ser pastores, otorgando al cobre obtenido un valor más ritual que económico.