Convento de San Cayetano de las Hermanas de la Cruz
El actual convento de San Cayetano de las Hermanas de la Cruz fue originalmente un hospital de caridad bajo la advocación de la Inmaculada Concepción, fundado por Hilario Fernández Torrado, en el siglo XVIII.
Este hospital de la Inmaculada venía suplir las carencias sanitarias que sufría Villafranca durante los siglos XVIII y XIX. Poco a poco, este hospital desplazó en importancia a la otra entidad sanitaria que se había fundado durante la Edad Media, el Hospital de San Miguel.
Con la llegada de los gobiernos liberales durante el reinado de Isabel II, la entidad caritativa fue disuelta, pasando la propiedad a ser gestionada directamente por el párroco de Santa María del Valle.
En 1890, por mediación de Inocente Guerrero Correa, párroco de Villafranca, y de doña Pilar Sánchez-Arjona y Cabeza de Vaca, el complejo hospitalario fue entregado a las Hermanas de la Cruz. Esta congregación nacida en Sevilla de la mano de Santa Ángela de Cruz, comenzó su apostolado en Villafranca combinando los servicios asistenciales tradicionales del hospital con los educativos, fundando un nuevo colegio denominado Colegio de la Inmaculada y San Ignacio.
Este colegio se puso en marcha desde su fundación, por lo que el centro atesora más de cien años de experiencia compartida y de compromiso con la educación de generaciones de villafranqueses. En la actualidad, el colegio constituye un referente educativo en Villafranca de los Barros, con un proyecto educativo bilingüe y con unas instalaciones actualizadas en materia de accesibilidad y nuevas tecnologías de la educación.
El resto de dependencias corresponde al Convento de San Cayetano, entre las que destaca la capilla de la Santa Cruz. Esta capilla, construida durante los años 60, es de una sola nave, cuenta con coro alto y sacristía. Destaca el retablo del altar mayor, elaborado por el maestro Barradas, natural de Villafranca; y que está presidido por la imagen de la Virgen de la Salud, Santa Ángela y San José. También sobresale la pintura de la bóveda del presbiterio que representa la Visión de san Francisco en la Porciúncula, copia del original de Murillo de 1670.