Alegoría de Benavente y los Valles o «Cucañas de Coomonte»
Instaladas en los jardines de la Plaza del Grano, frente a la casa del Cervato, se convierten como su autor pretende en elementos del espectáculo o en referentes visuales para el ciudadano. Sobre lo alto de unos soportes metálicos se alzan dos esferas metálicas sobre las cuales se sitúan dos representaciones alegóricas de estas tierras, así un pez que viene a sugerir el carácter fluvial y una cigüeña como referente de lo aéreo. Grandes piñas de vidrio a modo de frutos y en diversos colores penden de la estructura metálica.
Su integración en el paisaje ajardinado del corazón de la ciudad, cuasi como un elemento arbóreo más, no impide sin embargo que estas obras sirvan de hito o referencia para el viandante que transita por la plaza, cumpliendo con ello también su función social. Las obras pierden así parte de su tradicional “vocación objetual” siendo adoptadas por el ciudadano de a pie como un elemento que participa más del paisaje urbano. De ahí que el público las haya adoptado rápidamente suyas y haya dado en llamarlas “las cucañas de Coomonte”.