A mediados de mes, tomando como punto clave el día 15, se celebra esta romería. Durante tres días, los vecinos se divierten en la pradera del mismo nombre; ubicada a cuatro kilómetros de la villa. Allí mismo se rinde culto a la efigie de San Isidro, patrón de los campesinos. A él se le dedica una gran romería (esta es la fiesta con mayor arraigo en Montemolín). Forman parte de la celebración: verbena, exhibiciones de caballos, bailes andaluces de jóvenes vestidos con trajes «cortos» y de faralaes; es clara la conexión con el ámbito andaluz. Este último aspecto se refuerza con el levantamiento de múltiples casetas de feria romera y con la celebración del «Camino», el domingo antes del día 15; en él se lleva al Santo en procesión, acompañado de carrozas y carros decorados, de caballistas, trajes andaluces, vino, cerveza, calderetas, etc.