Esta etapa conecta Béjar con la localidad de Guijuelo, a lo largo de un recorrido de aproximadamente 35 kilómetros, con un desnivel acumulado de 496 metros. El trazado, es de dificultad moderada y apto para bicicleta de gravel, Se trata de una jornada que alterna zonas de ascenso con tramos llanos y algunos descensos suaves, lo que aporta variedad al pedaleo.

El recorrido discurre por paisajes rurales de la sierra salmantina, con zonas de dehesa y tramos de campo abierto, donde es habitual encontrarse con ganadería extensiva y amplias vistas de los valles circundantes. Durante la etapa se atraviesan varios caminos agrícolas, pistas anchas y algunos tramos de carretera secundaria, por lo que es recomendable mantener la atención en todo momento.

Es importante extremar la precaución en dos puntos concretos: tanto al incorporarse como al abandonar la carretera CM-316, ya que se trata de cruces en curva con escasa visibilidad. La entrada a Guijuelo se realiza aprovechando un Camino Natural lo que permite disfrutar de un tramo final más cómodo y seguro. Guijuelo, conocida por su tradición en la elaboración de jamones y embutidos ibéricos, ofrece al ciclista un final de etapa con todos los servicios y una excelente oportunidad para saborear su reputada gastronomía.

Esta etapa recorre los 35 kilómetros que separan Guijuelo de Béjar, atravesando un entorno natural típico de la provincia de Salamanca. Con un desnivel positivo de 445 metros y una dificultad moderada, es ideal para bicicletas de gravel. La ruta combina pistas de tierra, caminos rurales y tramos asfaltados, ofreciendo un perfil algo más suave que en sentido inverso, aunque con subidas sostenidas que requieren buen ritmo.

A lo largo del recorrido, el ciclista atraviesa paisajes de dehesa salmantina y suaves colinas, en un entorno rural salpicado de pequeñas explotaciones ganaderas. La salida de Guijuelo se realiza por un Camino Natural que rodea la localidad, ofreciendo un inicio tranquilo y seguro antes de tomar dirección norte hacia la Sierra de Béjar.

Conviene prestar atención en los cruces con la CM-316, tanto a la salida como al acercarse a Béjar, ya que se trata de intersecciones en curva con visibilidad reducida. El final de etapa, en Béjar, permite disfrutar de una ciudad con gran patrimonio histórico y una rica tradición textil, rodeada de montañas y con todos los servicios necesarios para el ciclista.