Esta etapa de 31 kilómetros entre Almendralejo y Mérida forma parte del trazado de la Ruta Vía de la Plata y se presenta como una jornada moderada tanto por su longitud como por el perfil suave del terreno, con 145 metros de desnivel positivo. Está especialmente recomendada para bicicletas de gravel, ya que discurre por pistas de tierra bien compactadas, caminos rurales y tramos de asfalto secundario con escaso tráfico.

La ruta se inicia en Almendralejo, ciudad conocida por su tradición vinícola, y avanza a través del característico paisaje llano de Tierra de Barros, salpicado de olivares y campos de cultivo. El terreno va ganando altitud de forma progresiva, con algunas ondulaciones que aportan algo de variedad al pedaleo. El entorno es tranquilo y poco transitado, lo que permite disfrutar sin estrés.
A medida que te acercas a Mérida, antigua capital de la Lusitania romana, el paisaje se vuelve más interesante, y la entrada a la ciudad se puede realizar aprovechando tramos de vía verde o caminos agrícolas paralelos a la carretera.

Es importante prestar atención al tráfico en los accesos finales. Mérida ofrece al final de la etapa una gran recompensa cultural, con su impresionante patrimonio arqueológico, como el teatro romano, el puente romano sobre el río Guadiana o el Templo de Diana. Una jornada variada que combina deporte, naturaleza e historia.

Esta etapa de la Ruta Vía de la Plata conecta la histórica ciudad de Mérida con Almendralejo, a lo largo de 30,5 kilómetros y con un desnivel acumulado de 210 metros. El trazado discurre por caminos rurales, tramos de pistas de tierra compacta y breves secciones asfaltadas, lo que hace que la ruta sea apta y disfrutable para bicicletas de gravel, sin grandes complicaciones técnicas, pero con algunos repechos que exigen esfuerzo moderado.

A medida que se avanza hacia el sur, el paisaje alterna entre zonas agrícolas y dehesas típicas extremeñas. Durante la etapa es posible disfrutar de la tranquilidad del entorno, ya que buena parte del recorrido transcurre por vías con escaso tráfico motorizado. Es recomendable llevar agua y avituallamiento, ya que no se atraviesan grandes núcleos urbanos hasta llegar a Almendralejo.

La entrada a Almendralejo se realiza sin dificultades destacables, aunque se debe prestar atención a algunas intersecciones urbanas. La localidad es conocida como ‘La ciudad Internacional del Vino’, pero sus bodegas son solo una de las cosas que ver. Su patrimonio y su entorno natural hacen el resto.