La Ermita de Nuestra Señora de la Hermosa
El Santuario de la patrona de Fuente de Cantos es el resultado de las reformas operadas en el siglo XVIII sobre el edificio original, datado en el siglo XV. Se unificaron entonces las tres naves en una sola, cubriéndose con bóveda de cañón con fajones y lunetos; se dispusieron las ocho capillas laterales y se construyeron las cúpulas de la capilla mayor y del camarín.
El juego de pilastrones, estípites y cornisas, en yesería, proporcionó una atractiva decoración al interior, repitiéndose el mismo modelo en la espadaña.
De gran interés es el conjunto de pinturas que cuelga a ambos lados de la capilla mayor: los evangelistas, de la escuela sevillana del XVII, y los episodios de la vida de la Virgen; destacable, por su rareza, es también el lienzo americano del Cristo de la Encina.
En cuanto a la imaginería, el retablo mayor, barroco, contiene excelentes tallas sobre su estructura; posee arco abierto al camarín, donde se ubica la imagen de Nuestra Señora de la Hermosa, de la segunda mitad del siglo XVIII. Otros retablos albergan a Nuestro Padre Jesús Nazareno, San José con el Niño -ambos asociados al círculo de Pedro Roldán- y la primitiva Virgen de la Hermosa, conocida como La Aparecida, talla gótica del siglo XIV.