Iglesia de Santa María de la Asunción
La iglesia de Santa María de la Asunción fue construida entre los siglos XVI y XVII, y fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1982.
Externamente destaca su torre construida en sillería, de planta cuadrada que se transforma en romboidal a partir del segundo cuerpo, adornada con escamas y motivos heráldicos. El tramo inferior ofrece la particularidad de tener adosado un cuerpo de escalera exterior que hace variar todo el perfil del conjunto en su ángulo noreste, donde presenta remates escalonados con moldura. Destaca también el curioso remate de la torre, constituido por cuatro pirámides herrerianas de las que nacen dos arcos que se cruzan en el medio.
Merece la pena contemplar la portada norte que se abre en un arco de medio punto, flanqueado por pilastras sobre las que se organiza un entablamiento con un relieve en mármol del emblema mariano (jarrón con lirios) y floreros a ambos lados. Rematan el conjunto unos medallones dedicados a San Pedro y San Pablo, junto con un relieve de la Asunción de la Virgen.
En su interior, destaca un retablo de estilo barroco clasicista realizado por el escultor Diego de Salcedo en 1612, junto con un órgano con caja barroca del siglo XVIII.
Dentro del templo, merece especial atención el retablo mayor de la iglesia de Santa Catalina, trasladado a Santa María hace unos años, el cual es de estilo plateresco, de tabla y con pinturas. El centro lo ocupa el tabernáculo y la imagen de Santa Catalina. Las diecisiete pinturas existentes se repartían en series verticales de cuatro y tres a los lados, y tres en el coronamiento; catorce son tablas antiguas de escuelas castellanas pertenecientes al renacimiento, las otras tres restantes están pintadas en lienzo y son de construcción más moderna.
El ciclo principal del retablo haría referencia a la vida de Cristo y ordenado en sentido secuencial circular periférico se iniciaría en la tabla inferior de la calle derecha, con la representación de la Adoración de los Reyes Magos. Continuando por el registro de la calle izquierda del mismo cuerpo, aparecería el descanso en la huida a Egipto y, sobre este, el Prendimiento y la Flagelación. En la tabla cimera figuraría la Crucifixión, cerrándose el ciclo en el registro de la calle derecha con la Resurrección. En este conjunto se intercala una alusión pictórica al martirio de la Santa titular de la Iglesia para la que el retablo había sido concebido, encontrándose además en una hornacina una imagen de bulto redondo de la Santa Mártir de Alejandría, con su símbolo emblemático más común, la rueda dentada.
A estos dos repertorios, se añaden distintas representaciones de Santos. Situados entre la calle derecha, cuerpo superior, se encuentran pinturas de San Juan Bautista y Santo Domingo; cuerpo central, pinturas de Santa Lucía y San Andrés; cuerpo inferior, imagen de bulto de San Pablo. Entrecalle izquierda, cuerpo superior, pinturas de Santiago y San Francisco; cuerpo inferior, talla de bulto de San Pedro. El retablo de Santa Catalina está datado en torno al primer tercio del siglo XVI.