Declarada Bien de Interés Cultural, esta iglesia de estilo románico rural construida en el siglo XII está además vinculada al Camino de Santiago.

Presenta una portada decorada con el clásico taqueado jaqués y dos interesantes capiteles: uno de ellos representa a dos caballeros que practican la cetrería, mientras que el otro reproduce la efigie de dos leones atacados por una serpiente y un castillo con una escalera exterior que da acceso a una de sus almenas.

En el interior, la riqueza decorativa se concentra en el arco del triunfo con representaciones de aves, flora que remite al paraíso y máscaras humanas en los intersticios.

El taqueado jaqué se vuelve a ver en la ventana del ábside, con capiteles decorados con un macho cabrío que sujeta entre sus patas un libro, así como animales fantásticos devorando un ave.

En el exterior, se pueden ver varios canecillos con decoraciones que incluyen un hombre con tonel, un rostro humano o rollos, entre otros.