Mérida

Ruta por el Conjunto Arqueológico

La mejor propuesta es dirigirse al Museo Abierto de Mérida, centro de recepción al turista, donde se le facilitará información general sobre el conjunto arqueológico de la ciudad. Tras la visita a este centro se podrá iniciar una ruta circular que partirá del Teatro y Anfiteatro romanos.

Una vez visitado el Teatro y Anfiteatro romanos, se recomienda dirigirse al Museo Nacional de Arte Romano, obra de Rafael Moneo. Posteriormente, y en la misma área se encuentra la Casa romana del Anfiteatro, conocida por sus mosaicos.

Recorriendo el Paseo de José Álvarez Sáenz de Buruaga se llegaría a la c/Reyes Huertas donde se pueden ver unos restos romanos que, posiblemente, fueron adaptados para ser el Pozo de Nieve de la ciudad en tiempos modernos. Desde este punto nos trasladamos hacia otro de los principales monumentos de la ciudad, el Circo Romano.

El Circo romano, situado en la Avenida de Juan Carlos I, conserva su graderío, carceres, la puerta triunfal, el sistema de drenaje de la pista y la espina central. Con una capacidad aproximada de 30.000 espectadores, el circo es la expresión más clara de la grandeza de esta capital en la tardoantigüedad.

En el lado opuesto de la avenida se encuentran los restos del Acueducto romano de San Lázaro y las conducciones de Rabo de Buey (construcción del siglo XVI).

En las cercanías de este acueducto podremos visitar el Xenodoquio, ruinas que dan nombre ala avenida en la que se localiza. Este edificio visigodo (s. VI), promovido por el Arzobispo Mausona, sirvió de albergue de peregrinos y hospital de pobres.

Desde aquí se llega hasta la Basílica de Santa Eulalia (Patrona de la ciudad) cuya Cripta es visitable y su conocido Hornito de Santa Eulalia (con restos del Templo romano de Marte).

Un breve paseo por la Avenida de Extremadura y la Avenida de Marquesa de Pinares nos conducirá hasta otro de los puntos claves de la ciudad donde se encuentra el Acueducto romano de Los Milagros, con sus impresionantes arcadas a tres alturas que soportan el canal de la conducción hidráulica que podremos ver perfectamente desde el Puente romano sobre el río Albarregas.

Adentrándonos en la ciudad por la Calle del Calvario y sobre una loma se sitúan los restos del Castellum Aquae, destino final del acueducto de Los Milagros y punto desde el que se distribuía el agua por la ciudad romana. Ya en las cercanías de la zona centro se localiza el Foro Provincial del que se conservan algunos vestigios monumentales; la base de un Templo (Calle Holguín) y uno de sus accesos en forma de arco de triple vano, del que solo se conserva el central, conocido popularmente como Arco de Trajano.

Sin movernos apenas del Arco de Trajano se halla el Antiguo Convento de Jesús (hoy Parador de Turismo), el Convento de las Concepcionistas y el Antiguo Convento de Santa Clara que acoge la Colección de Arte Visigodo (la mayor en piezas escultóricas de la península). Tras él se encuentra la sede de la Asamblea de Extremadura situada en el interior del antiguo Hospital San Juan de Dios.

Un breve paseo por la Calle San Salvador nos acercará hacia una de las zonas más llamativas de la ciudad moderna, con construcciones tan emblemáticas como el Puente Lusitania, que une el Palacio de Congresos y Exposiciones y la Biblioteca Pública con el Edificio de las Nuevas Consejerías en cuya zona inferior se encuentra el Área Arqueológica de Morerías (todo un barrio romano) y el Centro de Interpretación de la Vía de la Plata.

Desde el propio Puente Lusitania se tiene una vista privilegiada del Puente romano sobre el río Guadiana. En la entrada del Puente romano se sitúa la Alcazaba, vestigio de la presencia árabe en la ciudad, con restos en su interior de un aljibe y viviendas romanas.

Subiendo por la Calle el Puente, se encuentra la Plaza de España, porticada en tres de sus laterales. En ella se encuentran la Concatedral de Santa María la Mayor, los Palacios de los Mendoza y de los Pacheco, el Ayuntamiento y el Palacio de la China. Desde la Plaza de España se abre la principal área comercial de la ciudad en la Calle Santa Eulalia y sus alrededores.

En una plazoleta adjunta a la Plaza de España, la Plaza del Rastro, se ubica el Conventual Santiaguista (sede de la Presidencia de la Junta de Extremadura). Frente a él, la Calle Romero Leal que oculta otros de los principales restos de la ciudad, el Templo de Diana y uno de los pórticos del Foro Municipal.

Regresando por la Calle Romero Leal hasta el Conventual Santiaguista, y dirigiéndonos hacia la Calle Graciano, volveremos a encontrar la Muralla de la Alcazaba Árabe que acompañará el caminar hacia la Plaza de Santo Domingo y la Calle Oviedo la cual nos dejará a las puertas de otra de las principales áreas arqueológicas de la ciudad que une la Casa Romana del Mitreo y los Columbarios (área de enterramientos) a través de un breve paseo interior.

Desde los Columbarios hasta el Teatro y Anfiteatro romanos hay apenas 200 metros entre la Calle Vía Ensanche y el Paseo de José Álvarez Sáenz de Buruaga.