Esta etapa tiene una longitud aproximada de 17 kilómetros y un desnivel positivo de 216 metros, lo que la convierte en un recorrido accesible para bicicleta de carretera y de dificultad fácil. La ruta discurre en su mayor parte por carreteras locales bien asfaltadas y con tráfico moderado.

La salida desde Mieres puede aprovechar parte del carril bici urbano antes de conectar con la carretera en dirección a Riosa. A medida que se avanza, el terreno presenta ligeras ondulaciones, pero sin grandes exigencias físicas ni técnicas, lo que la hace ideal para cicloturistas que buscan una jornada tranquila en un entorno natural.

Riosa, al pie de la mítica ascensión al Angliru, es un pequeño concejo de montaña asturiana rodeado de valles verdes y naturaleza. Aunque esta etapa no aborda el famoso puerto, sí ofrece una aproximación al ambiente ciclista que caracteriza a la zona, con vistas atractivas y pueblos que conservan el sabor rural de Asturias. El fin de etapa es en La Vega, municipio del concejo de Riosa.

Esta etapa comienza en La Vega (en el municipio asturiano de Riosa) y finaliza en la localidad de Mieres. Con una distancia aproximada de 16,5 kilómetros y un desnivel positivo de 95 metros, se trata de un recorrido de dificultad fácil, ideal para bicicleta de carretera. La ruta discurre principalmente por carreteras locales con bajo volumen de tráfico y sin grandes exigencias físicas, lo que permite disfrutar del entorno natural sin complicaciones.

Desde Riosa, el trazado desciende suavemente entre paisajes de montaña y verdes prados, característicos del interior asturiano. La transición hacia Mieres se realiza de forma progresiva, pasando por zonas rurales tranquilas y atravesando pequeños núcleos de población, sin presencia de puertos ni rampas destacables.

En el tramo final, al acercarse a Mieres, la ruta conecta con el carril bici urbano, lo que facilita la entrada al casco urbano. Aunque esta vía está bien acondicionada para el tránsito ciclista, es recomendable extremar la precaución en los cruces habilitados, ya que algunos pueden coincidir con zonas de mayor circulación de vehículos.

El final de etapa en Mieres ofrece al ciclista la oportunidad de conocer la historia de un municipio ligado al carbón, con una gran oferta cultural y con pintorescas calles entre las que perderse.