Esta etapa conecta la ciudad de Cáceres con la localidad de Casar de Cáceres, recorriendo aproximadamente 11 kilómetros por caminos y pistas de tierra aptos para bicicletas de gravel. Aunque es una etapa corta, el perfil incluye algunos tramos de subida que, combinados con la superficie irregular de los caminos, le otorgan una dificultad moderada.

El recorrido abandona el entorno urbano de Cáceres progresivamente, cruzando zonas de campo abierto y suaves colinas características del paisaje extremeño. La señalización de la Ruta Vía de la Plata facilita la orientación, y el tráfico es prácticamente inexistente, lo que convierte esta etapa en una experiencia agradable y segura.

Casar de Cáceres, conocido por su queso Denominación de Origen, Torta del Casar, ofrece al final del trayecto un lugar ideal para hacer una parada y reponer fuerzas. La cercanía entre ambas localidades hace de esta etapa una buena opción para una jornada corta o como complemento a una etapa más larga.

Esta etapa de la Ruta Vía de la Plata recorre los 11 kilómetros que separan Casar de Cáceres de la ciudad de Cáceres, por pistas y caminos de tierra en buen estado, ideales para bicicletas de gravel. Aunque la distancia es corta, el desnivel acumulado de 143 metros y algunos repechos la sitúan dentro de la dificultad moderada.

El recorrido transita por zonas rurales abiertas y suaves lomas, que permiten disfrutar del paisaje típico de la dehesa extremeña. El itinerario está bien señalizado y discurre por vías poco transitadas, lo que proporciona seguridad y comodidad para el ciclista.

A medida que se acerca a Cáceres, el entorno se va urbanizando progresivamente hasta alcanzar el espectacular conjunto histórico-artístico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986. La entrada a Cáceres puede requerir algo de atención en los cruces con tráfico, pero el esfuerzo se ve recompensado con la posibilidad de explorar una de las ciudades más monumentales del camino.