La etapa entre La Bañeza y San Martín del Camino cubre aproximadamente 31 km con un desnivel acumulado de 41 metros, lo que la convierte en un tramo de dificultad moderada. Esta ruta, ideal para bicicleta de gravel, se caracteriza por su perfil suave y sus largas rectas, ideales para mantener un ritmo constante sin excesivo esfuerzo físico. 

El recorrido atraviesa paisajes rurales típicos de la llanura leonesa, salpicados de campos de cultivo y pequeñas localidades que conservan el encanto tradicional. Las pistas de tierra y caminos agrícolas en buen estado predominan en la mayor parte del trayecto, ofreciendo una conducción cómoda y segura. El escaso desnivel hace que la ruta sea muy rodadora, aunque la distancia y la posible exposición al viento pueden añadir cierta exigencia. 

Esta etapa es perfecta para disfrutar del paisaje sin grandes complicaciones técnicas, avanzando de manera constante hacia el norte peninsular. 

La etapa entre San Martín del Camino y La Bañeza se extiende a lo largo de 31 km con un desnivel acumulado de tan solo 12 metros, lo que la convierte en un tramo de dificultad fácil, ideal para quienes buscan una jornada tranquila sobre la bicicleta de gravel. 

El recorrido discurre principalmente por pistas de tierra y caminos agrícolas en buen estado, atravesando las llanuras leonesas. La escasa presencia de pendientes y la buena calidad de los caminos permiten avanzar con fluidez, haciendo de esta etapa una excelente opción para quienes desean disfrutar del paisaje sin complicaciones técnicas. La amplitud del terreno ofrece vistas despejadas y una sensación de libertad característica de esta zona. 

La Bañeza, punto final del trayecto, es una localidad con gran tradición cultural y gastronómica, ideal para un descanso con servicios bien adaptados a ciclistas. En conjunto, esta etapa destaca por su comodidad y accesibilidad, siendo perfecta tanto para ciclistas experimentados como para quienes se inician en rutas de larga distancia.