Vuelta por el Parque Nacional del Monfragüe

Vuelta por el Parque Nacional del Monfragüe

Plasencia
Plasencia
2 horas y 36 minutos
125 km

Puede que sea por la época del año y las condiciones meteorológicas del fin de semana elegido (los primeros días de primavera cuando las temperaturas son excelentes para ir en moto) o porque realmente Extremadura tiene algo especial pero, nunca antes había notado un cambio tan radical entre comunidades autónomas. Lo que realmente me impresiona de la primavera en Extremadura es el verde intenso de su vegetación y, sobretodo, sus aves. Es llegar a la región y, de repente, aparecen grandes grupos de cigüeñas que colonizan los grandes carteles de la autovía formando sus nidos encima de ellos.

Al Parque Nacional de Monfragüe se puede llegar de diferentes maneras, aunque nuestra ruta desde Plasencia nos llevó al Parque por la EX-208 en dirección a Villareal de San Carlos. Este pequeño pueblo que cuenta con apenas 19 habitantes es el corazón del Parque y el punto de partida de numerosas sendas que lo cruzan.

También pudimos ver algún ejemplo de la construcción rural más emblemática y representativa de Extremadura: los chozos, una estructura de rocas graníticas, maderas y tejados de escobas que antiguamente daba cobijo a los pastores de la Sierra cuando se turnaban diariamente para cuidar el ganado a lo largo del año.

Por la EX-208, el Parque Nacional de Monfragüe nos da la bienvenida con una vegetación que se intensifica, se hace más densa, aparecen árboles de encinas, alcornoques, grandes matorrales y su fauna junto con grandes grupos de ornitólogos que van al Parque para avistar especies protegidas como la cigüeña negra, el buitre negro y leonado, el águila culebrera, y el elanio azul, entre otras. Vimos varios buitres leonados y tuvimos la suerte de ver un gamo mientras estábamos descansando tumbados en la hierba.

La carretera está bastante bien, pero hay que andar con los ojos bien abiertos y despacito, ya que no es raro ver algunas piedras o tierra en las curvas más agudas. Una vez dejado en las maletas chaquetas y pantalones de moto, con los cascos enganchados a la mochila, empezamos el sendero.

Hay 3 rutas de senderismo que podéis hacer: roja, verde y amarilla. Decidimos empezar haciendo la ruta verde. Es la ruta más corta (teníamos muchas cosas que ver ese día) y los rincones de las otras dos se podían ver desde la moto, ya que la carretera pasa al lado. El camino está muy bien señalizado y empieza con el puente de madera del Arroyo de Malvecino.

Continuamos el sendero y, conforme subíamos hasta llegar al Cerro Gimio donde se disfruta de una panorámica impresionante del río Tajo con el salto del gitano por un lado y el castillo de Monfragüe por el otro, pudimos disfrutar de unas vistas impresionantes.

De vuelta a la moto nos encaminamos hacia los saltos de Torrejón, la carretera es preciosa y tenemos muchos miradores (cómo el de la Tajadilla, el de Malavuelta, el de la Higuerilla y el de la portilla del Tiétar que da al embalse de Torrejón-Tiétar y desde dónde avistamos varios buitres leonados).

Para volver a Plasencia subimos desde Serrejón hasta Jaraíz de la Vera y luego por la EX-203 pasando por Tejeda de Tiétar. Este tramo es toda una dehesa, poblada por un número impresionante de rebaños de vacas y de caballos, y la vegetación es de un verde tan intenso. Rodar por la carretera rodeada en todo momento de las dehesas extremeñas es muy placentero, la carretera es ancha y las curvas son muy divertidas, sin llegar a ser demasiado estrechas.

El recorrido es perfecto para combinar moto y senderismo y no es muy largo. Por este motivo, es recomendable para cualquier domingo. Sin embargo, os recomiendo hacerla en primavera, cuando las temperaturas son ideales para viajar en moto por esta zona.

AUTOR: JAVIER RUSO. CONCURSO HELLO RIDERS