Nos disponemos a realizar la última etapa por tierras andaluzas, de Almadén de la Plata a El Real de la Jara, una etapa corta y bellísima que discurre en su totalidad por las laderas meridionales de la Sierra Norte sevillana. Transita en su totalidad por caminos que, entre jaras y encinas, atraviesan fincas ganaderas, cotos de caza y grandes superficies adehesadas, donde podremos observar una variedad de animales y el vuelo de todo tipo de aves. Esta etapa es coincidente con el GR 48 “Sierra Morena” por lo que las típicas marcas blanca y roja nos guiará en nuestro camino.

La salida de Almadén de la Plata se realiza por el camino que conduce a su plaza de toros. Casi todo su trayecto coincide con el carril Camino Viejo de Almadén de la Plata o de los Bonales. Esta antigua senda unía las poblaciones de Almadén de la Plata con Cazalla de la Sierra, posiblemente auspiciada por la necesidad de transportar el mármol de las canteras de Almadén hasta Córdoba y que forma parte de la traza histórica de la Ruta Vía de la Plata que facilitó la romanización de España, la arabización del noroeste peninsular, la Reconquista de Extremadura y Andalucía, entre otros.

A poca distancia de Almadén divisamos el Cerro de los Covachos, de gran interés minero, histórico y biológico, afloramiento de mármol del Cámbrico inferior. Allí se localiza la Cueva de los Covachos, donde aparecieron utensilios de Neolítico, cuyo acceso se encuentra restringido y muy limitado.

Los últimos 4 km los realizaremos por pista ancha que cruza por la dehesa de Robles hasta El Real de la Jara, último pueblo de la provincia de Sevilla, asentamiento surgido al pie de la calzada romana, que más tarde se convertiría en el camino real, vía de comunicación entre Andalucía y Extremadura. Es un pueblo blanco, como todos los de la Sierra Norte. Su iglesia de origen mudéjar y su castillo del siglo XII son lo más destacado de la arquitectura de la localidad. Se recomienda la visita del museo de taxidermia. El título de Real fue otorgado por los Reyes Católicos en recompensa a los favores de sus habitantes durante la Reconquista; el apellido recuerda el nombre que le dieron los árabes, Xara. Podemos destacar la presencia de un castillo medieval de estilo mudéjar a medio kilómetro de nuestra Ruta.