Villafranca de los Barros ofrece una gran oferta turística que combina tanto el patrimonio histórico-artístico como la gastronomía y el enoturismo. Hablamos con Juan Garrido, historiador de la Oficina de Turismo de Villafranca de los Barros, quien nos muestra los encantos de la Ciudad de la Música en Extremadura.
¿Cuál es el primer lugar que recomendarías visitar a alguien que acaba de llegar a Villafranca de los Barros?
Le recomendaría un paseo tranquilo por el casco histórico, fácilmente identificable por el empedrado portugués que le caracteriza. La iglesia parroquial de Santa María del Valle es nuestra carta de presentación, magnífico ejemplo del tardogótico en nuestra provincia. En su interior, en cambio, el Renacimiento se abrió paso manifestado en el retablo mayor, una de las mejores piezas del romanismo sevillano en Extremadura.
Hora de cenar, ¿qué nos pedimos?
Una vez en Extremadura, debemos olvidar la dieta para así poder disfrutar de la gran oferta gastronómica que ofrece. Uno no puede irse de Villafranca sin probar el cerdo ibérico en cualquiera de sus múltiples formas, desde una tapa de jamón de bellota hasta un delicioso secreto ibérico. Aun así, en Villafranca contamos con un plato tradicional y que refleja nuestra vinculación con Portugal, el bacalao borracho; tapa típica de la Fiesta de la Vendimia pero que se puede degustar cualquier día del año. Sin embargo, la comarca de Tierra de Barros es vino, y unido a ello tenemos la oferta quesera, que en Villafranca cobra un especial protagonismo gracias a la Torta de Barros.
Tres cosas que no puedes dejar de hacer en Villafranca de los Barros…
Visitar nuestro Museo Histórico y Etnográfico. A través de 12 salas, se hace un recorrido desde el Paleolítico hasta el siglo XX, no solo de la historia de Villafranca, sino de toda la región. Y para los amantes del motor, contamos con el Museo del Vehículo, anexo al anterior, que muestra vehículos originales desde 1917 hasta los años 90. Además, el Santuario Patronal de Nuestra Señora de la Coronada, obra culmen del Barroco; la Casa de la Cultura, antigua fábrica de harinas del siglo XIX, y uno de los primeros edificios que contó con luz eléctrica.
¿Algún «rincón secreto» que te encante y quieras compartir con nosotros?
El Colegio San José de la Compañía de Jesús, recientemente cedido a la Fundación Loyola, construido en 1895.
¿Qué recomendación le darías a nuestros lectores para que su estancia/paso por Villafranca de los Barros sea inolvidable y quieran repetir?
Que disfruten de todo lo que esta ciudad les ofrece: su historia, gastronomía y oferta enológica, además de dejarse conquistar por la amabilidad de Villafranca.
Tu destino favorito de la Ruta Vía de la Plata es…
Zafra, la ciudad ducal por excelencia.
Por último, ¿qué consejo le darías a nuestros lectores para que su viaje por la Ruta Vía de la Plata sea perfecto?
Que se detengan en las pequeñas localidades de la Ruta muchas veces desconocidas, pero igualmente maravillosas.