Ruta Vía de la Plata: tanto que celebrar
Hay muchos días especiales a lo largo del año, pero pocos que nos impliquen de una forma tan colectiva como el Día de la Ruta Vía de la Plata. Aunque no la conozcamos, aunque todavía no la hayamos recorrido. Pocas cosas nos explican mejor como país que las vías de comunicación, que los recorridos que nos han unido durante siglos. Y la Ruta Vía de la Plata lleva haciéndolo desde hace más de 20 milenios, ya que sus primeros vestigios arqueológicos se remontan a la época tartésica, al siglo VII antes de Cristo. Un legado abrumador que ha ido solapando todas las épocas de la humanidad, y obviamente, de la historia de España. Cuesta imaginar esa distancia temporal en el frenesí de la actual comunicación digital, en la urgencia instantánea del teléfono móvil. Como para no festejar este 18 de septiembre, como para no recorrer en algún momento, algún fin de semana, algunas vacaciones, en alguna escapada, el fantástico itinerario turístico en el que se ha transformado la Ruta Vía de la Plata en este siglo XXI gracias a la Red de Cooperación de Municipios que la impulsa.
Los abundantes actos que se organizan cada año para celebrar su día anual son perfectos para constatar la increíble oferta de ocio, naturaleza, gastronomía, cultura y deporte que reúne para senderistas, cicloturistas, moteros, familias o aficionados a las autocaravanas. Porque la Ruta recorre España de norte a sur, de Gijón a Sevilla, y ese discurrir se puede realizar de extremo a extremo o incorporándote por el punto que quieras de la comunidad autónoma que tengas más a mano. Da igual, no importa el orden de los factores. Somos los mismos nos cojas por donde nos cojas, por Baños de Montemayor, por León, por Ribera de Arriba, o Carmona. Aunque los números suenen tremendos, cerca de 900 kilómetros de longitud y 100.000 kilómetros cuadrados de extensión, a pie de camino te sientes uno más, porque eres uno más. Los paisajes cambian, a veces de forma radical, de la costa furiosa del mar Cantábrico en Asturias, rompiendo en la playa de San Lorenzo de Gijón en una tarde de noviembre con un cielo sentimental, hasta el sol también rotundo en las despampanantes ruinas de Itálica, el abrumador conjunto monumental de Santiponce, al lado de la capital hispalense, donde no puedes cerrar los ojos, ni acabar de creer que esas ruinas romanas estén conservadas en ese estado, que casi no permite llamarlas ruinas.
Precisamente Roma es el origen del Día de la Ruta de la Plata, porque Roma, a la que en Occidente reconocemos como cuna de nuestra a civilización, fue la que constituyó este eje de comunicación como una centralidad en la Península Ibérica. En concreto, Marco Ulpiano Trajano, miembro de una familia de la pujante aristocracia de la Bética. Nacido el 18 de septiembre del año 53 d.C. en Itálica, fue legado de la Legio VII (León) y, a los 45 años, el primer emperador romano no procedente de la Península Itálica. Le confirió a la Ruta su forma definitiva y la dotó de infraestructura. Fue utilizada, por ejemplo, para el transporte de mensajería, oficiales y tributos entre Italia y las provincias. Y ya se sabe que, cuando algo sirve para llevar dinero, personas y productos, se convierte en arteria de cualquier economía. Véase la Unión Europea.
La Ruta Vía de la Plata nunca ha perdido esa condición. Hoy en día sigue comunicándonos, sea a través de la autovía, o sea a través de la Red de Cooperación de Municipios, en la que participan 37 ayuntamientos y que mantiene vivo ese espíritu primigenio de conectar personas y pueblos. La web donde estás leyendo esto articula esa cooperación y hace de nexo, albergando las actividades mensuales que organiza tanto la Red como cada municipio, que son constantes, así como las ventajas del Pasaporte de la Ruta, una idea afortunada para facilitar el conocimiento y el desplazamiento por las distintas etapas. También puedes encontrar la historia, alojamientos, servicios y demás particularidades de cada localidad, así como documentos, guías y establecimientos colaboradores en función de los gustos de cada persona: si quieres recorrer la Ruta en Bici, en Moto, en Autocaravana…
Detrás de esos apartados hay un trabajo ingente que se empezó a realizar en 1997, bajo el impulso de la ciudad de Gijón, y la firma de los alcaldes de Gijón, León, Zamora, Salamanca, Cáceres y Sevilla de los primeros estatutos. Desde entonces, el esfuerzo ha sido incesante. La promoción, constante, tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Solo la coordinación interna supone una tarea anual importante. La competencia con otros recorridos similares en un mundo donde la “turistificación” se ha convertido en un fenómeno que empieza a utilizar esa palabra con una connotación negativa es cada vez más dura, sobre todo, para una Ruta que desde el principio ha tenido clara, por su propia historia, que su sentido principal es precisamente la preservación de un patrimonio único en el mundo. La Ruta Vía de la Plata existe para conservar ese legado milenario. Y es tarea de todos y de todas disfrutarlo y trasladarlo intacto a las siguientes generaciones. Así que celebrémoslo este 18 de septiembre como lo merece. Enhorabuena.
