Termas Romanas
Las termas romanas, conservadas en el interior del antiguo balneario, son un espacio de planta circular, de ocho metros de diámetro, cubierto con una bóveda semiesférica con iluminación cenital.
En este espacio se abrían cuatro hornacinas donde se alojan bañeras de forma oval talladas en granito. Ha sufrido alteraciones por causa de las sucesivas reformas a lo largo de los siglos, de las que se conserva las trazas del edificio que en el siglo XVII mandó levantar el obispo de Coria, D. Juan de Porras y Atienza.
El edificio del antiguo balneario también aloja un museo con diversos objetos de época romana relacionados con las termas.
En 1995 fueron declaradas, junto con el balneario, Bien de Interés Cultural.
El edificio del Antiguo Balneario data de la ampliación efectuada entre finales del siglo XIX y principios del XX, cuyos planos firma Santiago Madrigal Rodriguez, arquitecto de Salamanca. La fachada principal, es de estilo ecléctico. La puerta principal tiene un remate avenerado con el rótulo de «Balneario» adornado con una guirnalda. Se adosan al cuerpo principal otras dos ampliaciones con fachadas diferenciadas. Rodea el edificio un jardín cerrado con una magnífica reja en cuya puerta principal se anota la fecha de 1884.