Ubicado en la dehesa de Villoluengo, a unos 11 kilómetros de la localidad, se trata de un santuario del siglo XV, aunque algunos elementos indican que es posible que haya otra construcción anterior ubicada en el mismo lugar.

Con fábrica de cantería, techumbre de ojivales nervaduras y puerta principal gótica culminada en un rosetón, la ermita, cuyo retablo mayor data del siglo XVII, posee el tramo del altar mayor separado por una verja gótica de artesanía local.