Carmona

Plaza de San Fernando

Arquitectura Civil

La Plaza de San Fernando, también conocida como Plaza de Arriba, es el corazón de la vida cotidiana de Carmona y así lo ha sido desde la antigüedad.

La Plaza de Arriba se sitúa donde aproximadamente se produciría la intersección del cardo máximo y el decumano y en el mismo lugar donde se encontraba el foro romano.

Los edificios, de diferentes estilos y épocas que conforman la plaza, le dieron su aspecto rectangular cerrado. Fue a partir de 1924 tras la ejecución de un proyecto de restauración cuando se modificó, adquiriendo la apariencia circular que mantiene hoy.

Las casas que tienen fachada a la plaza se desarrollan hasta una tercera planta y disponen de muchos balcones hacia la misma. Estas dos características, ajenas a la arquitectura doméstica tradicional de Carmona, se explican por el uso de esta plaza como escenario de espectáculos públicos, entre las que podemos destacar las corridas de toros.

En el extremo noroeste destaca la Casa de la Antigua Audiencia, levantada en 1588, que albergó posteriormente el Cabildo de la ciudad y, actualmente, unas dependencias municipales. La fachada es de gran sencillez, característica del manierismo, con una portada adintelada entre pilastras jónicas, en cuyo dintel hay una lápida con texto alusivo a su construcción. En la parte superior un balcón corrido con cinco arcadas de ladrillo sobre columnas de mármol blanco y por encima de este, el encalado mirador del monasterio de Madre de Dios, con otras cinco ventanas, tras cuyas celosías las religiosas podían observar sin ser vistas.

En el flanco este, en la esquina de la calle Prim destaca el edificio del siglo XVI, conocido como “la Casa Mudéjar” decorado con azulejos de Cuenca en los pisos altos, ventanas gemeladas de medio punto y otros elementos arquitectónicos renacentistas. En la planta superior, el mirador sigue la línea del de Madre de Dios.

Curiosidades:

La farola de hierro forjado, que se encuentra en el centro de la plaza, procede de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929.

En la entrada del edificio hay un azulejo conmemorativo de la visita en 1590, de Miguel de Cervantes, como comisario de la Armada Invencible a esta ciudad y a esta antigua Casa de la Villa.

En una de las esquinas de la plaza, en un edificio del siglo XVII, se encuentra el actual ayuntamiento.