Obra de Rafael Moneo, el Museo Nacional de Arte Romano (MNAR) se empezó a construir en 1980, finalizándose en 1986. Su planta, de tipo basilical y su monumentalidad, le confieren la grandeza necesaria a la vez que se consigue un tono acorde con su función.

El espacio interior está compuesto de muros paralelos que cruzan de forma transversal su superficie. Una serie de arcadas de medio punto se abren en estos muros, recordando a las basílicas romanas. A uno de los lados de la nave central aparece otra lateral, con tres pisos en altura.

Todo el edificio se reviste de ladrillo, siguiendo la técnica romana y ocultando las paredes de hormigón.

En la parte exterior, los muros se corresponden con contrafuertes; mientras que la puerta de entrada, es un arco de medio punto con un gran dintel de mármol blanco sobre el que se sitúa una escultura romana, también de mármol.

La existencia de un túnel que comunica con el Teatro y Anfiteatro, predispone al visitante a continuar su paseo en el tiempo mediante la visita a estos grandiosos monumentos.

Se recomienda iniciar la visita por la planta baja, donde encontraremos fundamentalmente escultura y restos de edificios públicos. En esta planta, además, hay un espacio dedicado al mundo funerario romano con un amplio muestrario de lápidas, sarcófagos y otros monumentos funerarios. Por último, se puede disfrutar con mosaicos, algunos de ellos auténticas maravillas, como el mosaico de los aurigas; pinturas murales y restos escultóricos y decorativos del Foro Municipal.

La primera planta nos acerca la vida cotidiana de la época con exposición de cerámicas, artesanía de hueso y orfebrería. También existe una amplia colección de monedas tanto acuñadas en Augusta Emerita como en otros lugares del Imperio.

En la segunda planta encontramos espacios dedicados a aspectos de la vida con piezas utilizadas en diversas profesiones y retratos.

Por último, en la cripta se encuentran restos de la construcción hidráulica de San Lázaro, tramo de una calzada romana, restos de una vivienda con paredes decoradas junto a columnas pertenecientes a su peristilo y también una necrópolis.