Museo Baltasar Lobo
Situado en la antigua “Casa de los Gigantes”, así conocida por albergar en su día a las gigantillas y cabezudos de las fiestas de la ciudad, se encuentra este museo de escultura contemporánea dedicado a Baltasar Lobo Casquero, escultor zamorano nacido en el año 1910 en Cerecinos de Campos, provincia de Zamora.
A lo largo de dos plantas, el Museo Baltasar Lobo recoge parte importante de la obra que fue cedida en su día a la ciudad de Zamora y que incluye dibujos, fotografías, útiles de trabajo y más de medio centenar de obras que el escultor zamorano realizó a lo largo de toda su vida.
Destaca la extraordinaria serie de las maternidades y los fragmentos del cuerpo humano, los torsos en los que se acerca a la abstracción renunciando a su obsesión clasicista, superando en muchos casos a los mejores de sus contemporáneos.
Un recorrido artístico que se completa con las imponentes esculturas de bronce ubicadas en los jardines y en la liza del Castillo y que hacen alarde de una concepción única de la realidad que le dieron merecida fama.
El artista
Baltasar Lobo es uno de los escultores españoles más notables del siglo XX. Desde muy joven, Baltasar Lobo mostró unas dotes asombrosas para la escultura, que se desarrollaron con el aprendizaje del oficio.
Su formación se inicia a la edad de 12 años cuando entra a trabajar en un taller de imaginería de Valladolid. En Madrid estudia en la escuela de Bellas Artes y el Círculo de Bellas Artes. En la primavera de 1939, Baltasar Lobo llegó a París (Francia), como refugiado republicano huyendo de la persecución de los militares levantados. De la mano de Pablo Picasso, conoció a algunas de las más importantes figuras del momento como Julio González, Pevsner y Henri Laurens.
Será en París donde Baltasar Lobo desarrolle casi toda su vida y su obra y donde, en 1993 y en plenitud creadora, muera a los 83 años de edad.