La casa-museo de Francisco de Zurbarán
Aprovechando el 350 aniversario de la muerte de Francisco de Zurbarán, Fuente de Cantos abre sus puertas nuevamente a su casa natal, rehabilitada con fondos Europeos y del Gobierno de Extremadura.
La dotación ha sido llevada a cabo por el estudio de Diseño Gráfico y Comunicación Stac art Diseño cuyo propietario es Ángel Cabezón Luna, que ya ha realizado varios proyectos de musealizacion por otros pueblos de Extremadura.
La vivienda ha sido rehabilitada y dispone de las más modernas tecnologías para trasladar al visitante a la época del genial pintor extremeño. Un nuevo producto turístico en Fuente de Cantos, municipio que cuenta con múltiples atractivos para el visitante y que forma parte de una de las rutas turísticas de referencia. Desde ahora, el público adulto, joven o infantil puede realizar su visita a la casa museo en grupo, pareja o individualmente, de la manera más adecuada en cada caso.
La casa se encuentra distribuida originariamente en varias estancias, salas y habitaciones, que han sido restauradas de modo que exista un orden lógico de recorrido.
La visita comienza en la Sala de Recepción, donde el visitante sentirá que forma parte del ambiente rural y místico que envuelve a Zurbarán, mediante un juego de luces y músicas que le trasladará de inmediato a aquella época. Se puede recorrer la casa de forma totalmente íntima o en grupo. Si desea visitar la casa en total privacidad, deberá solicitar sus auriculares. A través de su tablet, teléfono o smartphone obtendrá una información detallada mediante un sistema de audios y vídeos que complementan los paneles informativos e imágenes del Centro. Si ha venido en grupo, será el guía quien le acompañe en la visita, con exhibición de audios y vídeos programados.
La Sala I “Zurbarán”, representa la personalidad del pintor, reflejada fielmente en su obra y, en concreto, en el bodegón de tazas y vasos. En esta misma sala tiene su espacio su hijo, Juan de Zurbarán, desconocido para la mayor parte de la población, que trabajó junto a su padre y muere muy joven.
La Sala II “Extremadura”, donde se da un repaso a su obra monástica. Zurbarán regresa de Sevilla, organiza su taller en Llerena y comienza a realizar pinturas religiosas. Especial mención a su obra Cristo en la Cruz de 1927, que será decisiva para su futuro por los numerosos encargos que recibe de distintas ordenes religiosas tras su realización, gozando de un enorme reconocimiento y siendo nombrado Maestro Pintor.
La Sala III “Sevilla”, denominada así por la gran cantidad de obras marianas, Inmaculadas y escenas religiosas que realiza, haciendo uso de la pintura como medio de difusión del fervor sevillano de la época hacia la Virgen María.
La Sala IV pasillo de “Las Santas”, una exposición en pequeño formato de las innumerables Santas que Zurbarán pintó, cuyo objetivo es que quien visualice estas obras las reconozca como obra del pintor en adelante.