Zamora

Iglesia Santa María la nueva

Patrimonio Religioso

La iglesia de Santa María la Nueva es uno de los solares legendarios de la Zamora medieval, donde en 1158 se fraguó el “motín de la trucha”, revuelta popular que cargó contra los nobles, prendiendo fuego al viejo edificio. El origen de esta leyenda recoge el conflicto habido entre la nobleza y los artesanos de la ciudad, que estalló por la disputa en torno a la compra de unas truchas. El enfrentamiento finalizó con el encierro de los nobles en la iglesia y el incendio de ésta por los comerciantes.

Con ábside semicircular de inicios del siglo XII y pautado por media docena de columnillas adosadas y toscos capiteles, este templo románico tuvo otros dos colaterales ya desaparecidos, y tres naves subsumidas en cubierta de madera.

La portada meridional, quizás superviviente del viejo templo, es de medio punto doblado y ligeramente peraltado. En el muro occidental se abre otra, justo por encima asoma un ventanal de capiteles comparables a los catedralicios.

La torre se alza sobre la esquina suroccidental del templo, trabada con un sólido aparejo local muy relamido por los siglos. Con los años quedó desmochada y roma, aunque fue travestida en sencilla espadaña. Las últimas prospecciones arqueológicas de 2011 revelan que la torre era exenta respecto al resto del edificio.

En el interior se han conservado dos curiosos ciclos de pinturas murales del gótico lineal con escenas de la vida de Cristo y la Virgen, además de un San Cristobalón del siglo XVI.

Plaza de Santa María la Nueva s/n