Hórreos de Bueño
Con cerca de 50 hórreos y paneras, casi puede decirse que en este pueblo hay tantos graneros asturianos como viviendas. La densidad de estas construcciones y el buen estado de las mismas permite a Bueño presumir de ser una aldea de verdad, de las que bien merece una atenta mirada. Sus caminos y callejuelas, sus quintanas y fincas guardan una armonía esencialmente asturiana; todo un arquetipo de identidad rural.
El mimo a su patrimonio es realmente sorprendente y una ruta interpretativa bien señalizada, “Paseo de los hórreos de Bueño”, nos va detallando en múltiples paneles (con textos y dibujos identificativos) las características principales de estos centenarios almacenes agrarios, así como el nombre y número de piezas que lo componen.
Un agradable paseo etnográfico que nos permitirá observar hórreos de distintas épocas, desde el siglo XVI al XX.
Once de ellos fueron construidos durante el siglo XVIII. El más antiguo, fechado en el siglo XVI y levantado en el centro del pueblo, destaca por el enorme grosor de sus vigas de madera, lo que da testimonio de los tupidos bosques de la época.