Veinte años después de que Edison iluminara Manhattan, el industrial Isidoro Rubio Gutiérrez levantó una fábrica de luz junto a la iglesia de Santa María La Horta, en el solar donde se construyó el convento de Las Comendadoras.

El 1897 se hicieron las primeras pruebas de iluminación eléctrica en la ciudad de Zamora. Tres años después, vendió su empresa, Electra Zamorana, a otra que acababa de nacer: el Porvenir de Zamora, fundada por el ingeniero Federico Cantero Villamil.

La fábrica de luz se convirtió después en una alcoholera llamada La Vinícola.

Hoy solo queda en pie una chimenea de ladrillo que está integrada en un hotel.