Almazaras de San Jorge
El grupo de almazaras situadas al suroeste del término municipal de Villafranca de los Barros muestra el poder adquirido por la oligarquía en el siglo XVIII, así como la expansión del cultivo del olivo.
Las primeras referencias de estos edificios datan de 1748, cuando el Concejo de la villa describe la zona como un lugar inhóspito donde se produce la compra de aceitunas procedentes del robo y la evasión fiscal de los propietarios de las almazaras. Para compartir dichas prácticas el Ayuntamiento nombró diputados encargados de su vigilancia.
En la actualidad, se conservan cuatro almazaras de esa época, aunque algunas de ella en un estado avanzado de ruina. Sin embargo, todas conservan uno de sus rasgos más característicos: las torres de contrapeso. Estas torres, que sobresalen entre los olivares y trigales del entorno, cumplían una función clave en el proceso de la obtención del aceite. Tras la trituración de la aceituna se procedía al prensado de la misma por medio de una gran viga. Gracias al juego de presiones que ejercía la torre de contrapeso se obtenía el aceite virgen extra. Todas las torres de las almazaras de San Jorge conservan su decoración original, caracterizada por los remates en las cuatro esquina.