Alcazaba Árabe
Una inscripción en mármol colocada sobre su principal puerta de acceso, la abierta hacia el Puente romano, conmemorando el fin de sus obras, nos permite conocer su datación exacta, abril del año 835, siendo emir Abd al-Rahman II.´
En esta época eran bastante frecuentes las sublevaciones, principalmente muladíes (cristianos convertidos al Islam), mozárabes (cristianos en tierras musulmanas) y bereberes (procedentes del norte de África), contra el poder emiral, residente en Córdoba. Una de las posibles causas para la construcción de este impresionante edificio fue preservar a gobernantes y súbditos de las revueltas, aunque, por su situación, no puede obviarse un importante papel de control sobre el Puente romano del río Guadiana.
Con un contorno casi cuadrangular, su longitud alcanza los 550 metros y sus muros, de una altura que ronda los 10 metros, tienen un espesor superior a los 2,5 metros. En su construcción se emplearon sillares desiguales, con la circunstancia de que piezas de orígenes anteriores (romano y visigodo) fueron empleadas en su fábrica.
Repartidas regularmente a lo largo de sus muros, se aprecian un gran número de torres cuadrangulares, varias de ellas correspondientes a época cristiana. El acceso principal, protegido por dos torres, se realiza mediante arcos de herradura. Entre ambos arcos queda un pequeño espacio, a modo de alcázar, denominado alcaçarete.
De las construcciones interiores de la Alcazaba árabe, sólo se conserva el Aljibe. Se sospecha la existencia, de una mezquita para el culto y de un palacio donde residiría la autoridad, así como las dependencias para los soldados y el resto del personal de la administración árabe.
En el Aljibe destaca su doble escalinata que sirvió para acceder al depósito. En los muros se utilizaron también pilastras de origen visigodo llamando la atención su decoración con temas vegetales. Los árabes utilizaron el agua del Guadiana para su abastecimiento, y crearon esta estructura subterránea, en la que el líquido se obtiene por filtración desde el adyacente cauce del río.
Parte de las dependencias de la Alcazaba fueron utilizadas, una vez reconquistada la ciudad por los cristianos, para la construcción del Conventual Santiaguista.
En la visita al interior del recinto encontraremos excavaciones con restos de construcciones romanas, principalmente casas, calzadas y restos de la muralla y del dique del río Guadiana.