La etapa entre Santa Eulalia (Morcín) y Soto de Ribera (Ribera de Arriba), con un desnivel positivo de 445 metros y una distancia aproximada de 7 km, se presenta con una dificultad moderada. A pesar de su corta longitud, el perfil de subida constante hace que sea un tramo físicamente exigente, especialmente si se realiza con alforjas o después de una jornada larga. 

El recorrido asciende por caminos rurales y pistas de tierra bien compactadas, con vistas espectaculares de las montañas asturianas y del valle del río Nalón. La vegetación es frondosa, predominando los castaños, robles y prados verdes, lo que ofrece una experiencia visual muy agradable, especialmente en primavera y otoño. 

Soto de Ribera marca el final de esta subida y el inicio de una transición hacia terrenos más suaves en dirección a Gijón. Es una etapa corta pero intensa, perfecta para quienes buscan combinar el esfuerzo físico con la belleza paisajística del entorno rural asturiano. 

La etapa entre Soto de Ribera (Ribera de Arriba) y Santa Eulalia (Morcín) presenta un desnivel positivo de 424 metros y una distancia aproximada de 7,5 km, manteniendo una dificultad moderada. Aunque la distancia es corta, el recorrido implica una subida constante que exige un buen nivel físico para mantener un ritmo cómodo. 

El camino transcurre por senderos rurales y pistas de tierra en buen estado, rodeados de un entorno natural típico de Asturias, con abundante vegetación y panorámicas de montañas y valles que hacen que el esfuerzo merezca la pena.  

 La combinación de naturaleza y paisaje aporta un valor añadido a esta etapa.
Este tramo es ideal para quienes buscan una ruta exigente pero accesible, perfecta para disfrutar del ciclismo de gravel mientras se atraviesan paisajes emblemáticos del norte de España.