¡Primeras jornadas de cicloturismo femenino!    Mieres / 23-25 de mayo de 2025 / Casa de Cultura Teodoro Cuesta

Mérida – Aljucén

Mérida - Aljucén

18,05 km

Mérida - Aljucén

Esta etapa de la Ruta Vía de la Plata une la monumental ciudad de Mérida con la pequeña localidad de Aljucén a lo largo de un trazado de 18 kilómetros y un desnivel positivo de 262 metros. Es una ruta ideal para bicicletas de gravel, ya que combina caminos de tierra compactada, senderos rurales y breves tramos asfaltados, lo que aporta variedad sin grandes dificultades técnicas, aunque con algunas subidas cortas pero exigentes.

El recorrido abandona Mérida atravesando zonas verdes y dehesas, ofreciendo vistas del entorno natural que rodea el embalse romano de Proserpina, uno de los lugares más emblemáticos de las afueras de la ciudad. Desde allí, el itinerario comienza a ascender suavemente hacia Aljucén, entre paisajes tranquilos y poco tráfico, lo que permite una experiencia relajada, pero con cierto esfuerzo físico.

Aljucén, punto final de esta etapa, es una pequeña población que conserva su esencia rural y forma parte del Parque Natural de Cornalvo. Es un buen lugar para descansar, disfrutar de la gastronomía local y preparar la siguiente etapa de la ruta. Se recomienda llevar agua, ya que no hay demasiados puntos de avituallamiento intermedios.

 

Aljucén - Mérida

Esta etapa de la Ruta Vía de la Plata de 18 kilómetros conecta la tranquila localidad de Aljucén con la histórica ciudad de Mérida, recorriendo caminos rurales y pistas de tierra bien conservadas, ideales para bicicleta de gravel. El desnivel positivo de 225 metros se reparte de forma gradual, lo que convierte el trazado en un reto moderado, aunque accesible para ciclistas con experiencia básica en rutas largas.

El trayecto transcurre por paisajes típicos de la dehesa extremeña, con amplias vistas y tramos donde la soledad del entorno rural se combina con zonas sombreadas, especialmente al aproximarse al embalse romano de Proserpina, uno de los puntos más atractivos de la ruta. Este enclave no solo es un lugar con historia, sino también ideal para una parada breve antes de continuar hacia la ciudad.

La entrada a Mérida se realiza por vías de baja intensidad de tráfico y caminos que permiten acceder al centro sin grandes complicaciones. Esta etapa, aunque no técnica, requiere cierta atención en cruces y en los últimos kilómetros urbanos. Una vez en Mérida, el ciclista puede disfrutar de uno de los patrimonios romanos más ricos de Europa, con monumentos como el Teatro Romano o el Templo de Diana.

Puntos de interés