La ruta de BTT entre Puente de los Fierros (Lena) y Caborana (Aller) es una de las etapas más exigentes dentro del recorrido, con una distancia de 37 kilómetros y un desnivel acumulado de aproximadamente 1.500 metros. Su trazado transcurre mayoritariamente por pistas de tierra, aunque también cuenta con algunos tramos de senderos y caminos de montaña, lo que la convierte en una etapa de dificultad alta, ideal para ciclistas con buena preparación física y experiencia en terrenos montañosos.

Desde Puente de los Fierros, el recorrido comienza con una constante ascensión a través de un entorno de gran belleza natural, con densos bosques, praderas y panorámicas impresionantes de las montañas asturianas. A medida que se gana altura, las pistas de tierra serpentean entre valles y laderas, ofreciendo un trazado técnico con algunas pendientes pronunciadas que ponen a prueba la resistencia de los ciclistas. Los descensos también requieren precaución, con tramos pedregosos que exigen control y destreza en la conducción.

El tramo final se adentra en el concejo de Aller, donde el paisaje combina altas cumbres con verdes valles, creando un cierre espectacular para esta desafiante etapa. Una vez en Caborana, los ciclistas pueden reponer fuerzas y disfrutar del encanto rural de esta zona antes de continuar su ruta.

La ruta de BTT entre Caborana (Aller) y Puente de los Fierros (Lena) es una de las etapas más desafiantes del recorrido, con 37 kilómetros de distancia y un desnivel acumulado de aproximadamente 1.700 metros. En su mayor parte, el itinerario transcurre por pistas de tierra, con algunos tramos de senderos y caminos de montaña que añaden dificultad técnica al recorrido. Debido a su exigente perfil y largas ascensiones, esta etapa está catalogada como de dificultad alta, recomendada para ciclistas con experiencia en terrenos montañosos.

Desde la salida en Caborana, el camino comienza con un ascenso prolongado y exigente, atravesando la impresionante orografía asturiana, caracterizada por bosques frondosos, praderas de alta montaña y laderas con vistas espectaculares. Las pendientes pronunciadas y la longitud de la subida ponen a prueba la resistencia de los ciclistas, quienes deberán dosificar el esfuerzo en este tramo. A medida que se gana altitud, el trazado alterna zonas más abiertas con bajadas técnicas, en las que el firme puede presentar irregularidades, lo que requiere habilidad y control en la conducción.

El último tramo desciende hacia Puente de los Fierros, marcando el cierre de una jornada intensa y de gran belleza paisajística. Tras este duro reto, los ciclistas pueden descansar en este enclave asturiano de gran belleza.