Galisteo - Plasencia
Esta etapa de 30,5 kilómetros conecta Galisteo con Plasencia siguiendo la Ruta Vía de la Plata, sobre un terreno mixto que alterna caminos de tierra compacta, pistas rurales y algún tramo asfaltado. Con un desnivel positivo de 320 metros, es un recorrido con perfiles ondulados pero sin grandes rampas, ideal para bicicleta gravel y ciclistas que buscan una experiencia moderadamente exigente.
El recorrido parte de Galisteo cruzando zonas de cultivo, dehesas y pequeños valles que caracterizan esta parte del norte de Extremadura. Se avanza entre paisajes tranquilos y muy poco tráfico, lo que permite disfrutar del entorno natural y del pedaleo relajado, aunque algunos tramos pueden requerir atención técnica si el firme está suelto o hay humedad.
La entrada a Plasencia se realiza por caminos rurales cercanos al río Jerte, permitiendo una aproximación pintoresca a esta ciudad monumental. Plasencia ofrece todo tipo de servicios y un interesante casco histórico, por lo que es un excelente lugar para finalizar etapa, reponer fuerzas o hacer turismo.
Plasencia - Galisteo
Esta etapa de 30 kilómetros parte desde Plasencia hacia Galisteo, recorriendo un tramo de la Ruta Vía de la Plata que discurre entre paisajes naturales de gran belleza. Con un desnivel positivo de 279 metros, se trata de una jornada moderadamente exigente, ideal para bicicletas gravel, gracias a la buena combinación de caminos de tierra compacta y vías rurales con poco tráfico.
Desde la salida de Plasencia, el trazado sigue caminos agrícolas que bordean el valle del Jerte, avanzando entre dehesas y zonas de cultivo típicas del norte extremeño. Aunque no se presentan rampas prolongadas, sí hay algunos repechos cortos que pueden requerir un esfuerzo extra, especialmente en condiciones de calor o viento.
A medida que se acerca a Galisteo, el paisaje se vuelve más abierto y llano. El fin de etapa ofrece la oportunidad de disfrutar de una población declarada Conjunto Histórico Artístico, con restos que van desde el período romano hasta el islámico, sin olvidar la Edad Media.
