La Bañeza

Carnavales

Fiestas Febrero

Declarados Fiesta de Interés Turístico Nacional el 26 de enero de 2011 por la Secretaría General de Turismo y Comercio Interior, los Carnavales de La Bañeza son mucho más que los diferentes desfiles y actividades que se organizan a lo largo de casi una semana y que aparecen recogidos en los programas de esta fiesta.

En La Bañeza se disfruta de un auténtico “sentimiento carnavalero”.

El significado del sentimiento carnavalero es algo más que salir disfrazado una semana al año. Es algo diferente que en La Bañeza se espera 358 días a que llegue. Es una fecha en la que todos los carnavaleros se ríen de sí mismos sin pudor a hacer el ridículo ante los demás, con el claro objetivo de disfrutar de la fiesta. Esa fiesta de La Bañeza que solo sus habitantes saben vivir al límite, sin imitaciones ni limitaciones, y con el don de saber improvisar en cada situación y personaje que adoptan en cada uno de los días. Eso es el carnaval para un bañezano.

Un carnavalero que siente y vive el carnaval de La Bañeza hace bueno al peor de los disfraces que se pueda poner, mientras que el mejor disfraz que le puedas poner a un carnavalero sin corazón solo será un disfraz mediocre, sin vida.

El carnavalero bañezano es una persona que «piensa en Carnaval», «vive en Carnaval», «sueña en Carnaval» y añora el Carnaval todo el año. Pero, además, no busca el mejor traje o el más caro, sino que busca el personaje que mejor le vaya ese año. Y no hace un traje, sino que idea varios trajes o varios disfraces o varios personajes. Al carnavalero bañezano le encantan los complementos, son el alma de su traje, son el detalle, la chispa, el distintivo… Además, el carnavalero bañezano habla con la gente y con los espectadores del desfile, con niños, padres, abuelos, ricos, pobres, guapas y feos. ¡Les hace reír, les explica su disfraz y les hace partícipes del Carnaval!

Y lo más importante: el carnavalero bañezano cuando va disfrazado, no va disfrazado, sino que adopta la personalidad de su disfraz y se mete en su personaje, el cual no abandonará mientras lleve el disfraz, es decir, mientras sea su personaje.

¡Así es el carnaval de La Bañeza!