Zamora

Zamora Modernista

Arquitectura Civil

Zamora, conocida principalmente por los testimonios de su esplendor medieval, vivió una segunda edad de oro de la arquitectura entre 1875 y 1930.

Con su inclusión en la Ruta Europea del Modernismo, Zamora ha entrado a formar parte del elenco de ciudades depositarias de uno de los estilos artísticos más significativos y relevantes de todo el siglo XX, el Modernismo. Se trata esta de una distinción de la que no goza ninguna otra capital de Castilla y León, lo que sin duda revaloriza aún más el patrimonio arquitectónico de la ciudad.

Zamora cuenta con 19 edificios modernistas de excelente calidad, de los cuales, 14 están firmados por el que fuera uno de los precursores del modernismo, el arquitecto catalán Francesc Ferriol, que tras desarrollar una intensa actividad profesional en su Barcelona natal, llegó a Zamora a principios de 1908 como arquitecto municipal.

Francesc Ferriol fue un arquitecto de una gran calidad, legó a la ciudad un extraordinario patrimonio modernista de gran entidad y contribuyó a renovar el caserío medieval. Buen ejemplo de todo ello son las Casas de Gregorio Prada (1908) y de Norberto Macho (1915), ambas situadas en la Plaza de Sagasta, que presentan las características más sobresalientes del estilo de Francesc Ferriol: la verticalidad, la abundancia de las líneas curvas, la decoración vegetal y una exquisita minuciosidad.

Otro espacio central de la ciudad es la Plaza Mayor, donde el arquitecto proyectó la Casa de Juan Gato (1912), que comparte los elementos indicados y remató con una solución acastillada que también empleó en la Casa Tejedor (1913), situada en la Puerta de la Feria.

Francesc Ferriol también participó en el ennoblecimiento de la Plaza del Mercado, nuevo foco de atracción ciudadana. Buen testimonio de ello es la Casa de Crisanto Aguiar (1908), donde destacan los tres piñones superiores que alojan medallones con rostros femeninos, y otra construcción ubicada en la esquina de la calle Traviesa, de fecha incierta y atribuida  Francesc Ferriol, que, como en la mayoría de sus obras, deja patente el interés del arquitecto por la búsqueda de la belleza incluso en los pequeños detalles.

En muchos otros lugares de Zamora encontramos obras modernistas de este arquitecto, como es el caso de la calle Orejones –Casa Montero (1910)–, la cuesta de Balborraz –Casa de Mariano López (1908) y Faustina Leirado (1910)– o, por ejemplo, la calle Santa Clara, en la que la Casa de Valentín Matilla está dotada de excelentes motivos vegetales y coronada por un magnífico piñón, conservando el único portal modernista privado de la ciudad.

Además de Ferriol, no podemos olvidar la labor de otros arquitectos. Gregorio Pérez Arribas (1877-1937) fue fundamentalmente ecléctico, pero proyectó algunos edificios modernistas, siempre en una versión más internacionalista, con evocaciones sezessionistas, como la Casa Félix Galarza (1909) en la calle Santa Clara, o combinada con elementos del eclecticismo, caso de la Casa de Valentín Guerra (1907), en la misma vía. También Miguel Mathet y Coloma (1849-1909), autor del Casino (1905), inmueble que posee una efectista fachada con evocaciones modernistas, estilo que también está presente en el portal y en la sala de fumar.

 

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