Capital de la provincia Zamora, en el noroeste penínsular, a 652 metros de altitud sobre el nivel del mar.
Las provincias limítrofes son: Salamanca, León , Valladolid y Orense. Al oeste limita con Portugal.
Extensión: 10.5 Km².
Población: 68.000 habitantes.
Zamora está situada en el noroeste peninsular, a tan solo 248 km de Madrid, 62 km la separan de Salamanca, 90 de Valladolid y 110 km de la ciudad portuguesa de Braganza. Su estratégica localización geográfica, encrucijada de caminos en la Vía de la Plata, y la calidad de su oferta turística y cultural hacen de Zamora un lugar especial digno de visitar.
Hermosa, tranquila y muy paseable. Con sus 66.000 habitantes, puede presumir de ser una pequeña ciudad pero grande en historia, cultura y oferta patrimonial.
Un destino que posee muy buenos recursos patrimoniales. El mejor románico urbano de la península con más de una veintena de edificaciones de este tipo. Románico unido al importante legado Modernista que ha hecho a la ciudad merecedora de su inclusión en la Ruta Europea del Modernismo. El Duero, el gran río , presidiendo la ciudad e icono de referencia turística de Zamora. La catedral y su cúpula gallonada… , el gran legado medieval con innumerables personajes, historias y leyendas, Dª Urraca, el Rey Alfonso VI, el Cid Campeador o el Cerco de Zamora y junto a ellos, el recién inaugurado Castillo de Zamora y el Museo Baltasar Lobo, uniendo en su conjunto historia y arte.
Artistas zamoranos con proyección internacional de los que Baltasar Lobo, Coomonte y la recién recuperada Bienal de arte contemporáneo son un ejemplo. Junto a ellos los poetas entre los que destacan de manera especial Claudio Rodríguez y León Felipe. Arte en estado puro unido a una calidad gastronómica y paisajística digna de conocer.
Recursos que Zamora está convirtiendo en productos turísticos contemporáneos, relevantes, plenos de emoción y provocadores de experiencias. Recursos, que junto con la calidad y versatilidad de la industria turística –alojamiento, restauración, comercio- y una excelente relación calidad/precio, una de las más competitivas de España, posibilitan la creación de ofertas abiertas y plásticas que pueden ser adecuadas “casi a la carta”, a las demandas de un turismo muy especializado, y segmentado.
Una ciudad histórica, segura, acogedora, y abierta a la experiencia de los visitantes pero con atmósfera y servicios absolutamente actuales.
La historia de Zamora se inicia con asentamiento humanos prehistóricos que se remontan al Paleolítico. Antes de la romanización, habitaron estas tierras pueblos como los galaicos, astures, vacceos y vettones. De hecho, es citada en el Itinerario de Antonino bajo el nombre de Ocello Durii, una de las mansio de la Ruta de la Plata. Sometidos por los romanos tras la muerte de Viriato a mediados del s. II a. C., el poder de Roma perduraría hasta el s. V.
Con las invasiones germánicas, suevos y visigodos se establecen en la ciudad. Estos últimos acuñan el nombre de Semure en sus monedas para hacer referencia a ella.
Durante el s. VIII, se produjo la invasión árabe y con ella tres siglos en los que Zamora se vió arrasada y despoblada varias veces debido a su situación fronteriza con el mundo cristiano.
Los s. XI y XII marcan la «Edad de Oro«, siendo en esta época cuando se conforma su estructura urbana, con Iglesias y nobles mansiones de un mismo estilo artístico que le valdría el sobrenombre de «Ciudad del románico».
Tierra que vió nacer a numerosos reyes y personajes ilustres, fue testigo de guerras, batallas y expoliaciones que mermaron su patrimonio artístico, con pérdida de valiosas obras de arte y fondos documentales.
Los s. XIX y XX conservan notables obras de arquitectura civil en zonas de transición entre la vieja y la nueva Zamora.