Puente romano sobre la Vía de la Plata, formado por cuatro ojos, de seis metros de ancho y de hermosa fábrica en el que aún se pueden ver las lastras o piedras originales del pavimento. Posee una ligera curvatura y tres alcantarillas, una de la cuales se conserva en muy buen estado, y está situado a tan sólo unos 100 metros del núcleo de población.